Defenderse de las deudas, es una medida inteligente, estratégica y necesaria:
Una eficiente defensa y el tiempo, pueden ser tus mejores aliados contra las cobranzas judiciales de deudas. En la actualidad, muchas personas o empresas con deudas, no se defienden de las cobranzas judiciales, por los altos costos de asesoría legal que ello demanda y porque consideran que no tienen otra alternativa que, aceptar los reclamos de pago que sus acreedores les exigen.
Esta situación, genera severas repercusiones en los derechos de los deudores, dado que el proceso judicial de cobranza seguido en su contra, no sólo avanza con mayor rapidez, produciendo un evidente estrés y deterioro emocional, sino porque además, propicia en favor del acreedor, la posibilidad de que se cometan una serie de abusos en contra del deudor, relacionados al mayor cobro de importes de la deuda, por concepto de capital o intereses. También propicia la ejecución de medidas cautelares contra el patrimonio del deudor (embargos de casa, locales, vehículos y sueldos) desproporcionales y/o abusivos, que culminan en la mayoría de los casos, con la subasta de propiedades, a precios de tasación y venta absolutamente subvaluados (inferiores al valor real) en perjuicio precisamente del deudor.
La falta de una adecuada defensa y fiscalización en el proceso de cobranza judicial de deuda, genera que los deudores pierdan sus propiedades en un corto plazo a valores injustos, manteniendo incluso, luego de ello, la condición de deudores en el sistema, por los exorbitantes y abusivos intereses exigidos en las cobranzas que hacen impagables las deudas.
Tener deudas no es el fin del mundo, ni de tu vida. Eso es lo primero que debes tener en cuenta. Todos pasamos en algún momento por esta situación y debemos tener la capacidad y habilidad de tomar las mejores decisiones en los momentos difíciles, por nosotros y nuestras familias. Permitir que tu acreedor, inicie y tramite un proceso judicial de cobranza de deudas en tu contra, sin que nadie te defienda, ni lo fiscalice, no es aconsejable desde ningún punto de vista. El acreedor, se aprovechará de esta circunstancia y realizará actos en tu perjuicio. Cuando te des cuenta de ello, será muy tarde para reclamar o defenderte, si es que no lo has hecho valer oportunamente.
Con nuestra asesoría legal, no solo lograrás defenderte eficientemente a un bajo costo mensual, haciendo valer y respetar tus derechos, sino que, además, lograrás obtener el tiempo suficiente para ordenar tus cuentas y evaluar alternativas de pago con tus acreedores, aliviando el estrés emocional por el que estás pasando. Una eficiente defensa legal, te pondrá en mejor situación de negociación frente a tus acreedores, permitiendo incluso posibles descuentos (condonaciones) de intereses de la deuda reclamada y hasta del propio capital adeudado. La gran mayoría de acreedores, no están interesados en mantener por mucho tiempo, un proceso judicial de cobranza de deudas, con un deudor que defiende permanentemente sus derechos. Esto motiva, la posibilidad de negociaciones y acuerdos entre acreedores y deudores, que pongan fin a la controversia judicial y a las deudas.
!Defenderte es tu mejor opción!